¿Y cómo están tus hijos, Rosa y Francisco?
- Ay querida, Rosa se casó muy bien. Tiene un esposo maravilloso. El se levanta de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, preparar el café por la mañana, lavar los platos y ayuda en la cocina. Después de todo esto se va a trabajar. Un amor de yerno, gracias a Dios.
- ¡Que bien, querida amiga! Y tu hijo Francisco, ¿también se casó?
- También se casó, pero tuvo mala suerte. Su matrimonio anda muy mal... Imagínate que él tiene que levantarse de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, hacer el café por la mañana, lavar los platos y tiene que ayudar en la cocina! Y después de todo esto sale a trabajar para conseguir el sustento a la vaga de mi nuera, es una sinvergüenza!!!!
jueves, 3 de diciembre de 2009
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